Illetas: Donde el alma encuentra refugio entre el mar y la luz

Illetas: Donde el alma encuentra refugio entre el mar y la luz

A tan solo unos minutos de Palma, Illetas se abre como un rincón inesperado de calma y belleza. Sus aguas transparentes, protegidas por calas íntimas como Cala Comtessa o Xinxell, reflejan una luz única, como si el Mediterráneo aquí respirara más despacio.

En Illetas no hace falta hacer mucho: basta sentarse en una roca, dejar que el sol te acaricie la piel y escuchar cómo las olas hacen su trabajo milenario. En esa sencillez habita su magia. Uno se siente pequeño, pero a la vez en paz. Y en ese silencio salado y dorado, uno empieza a recordar lo esencial.

Aquí la vida se saborea distinto. La comida junto al mar tiene un ritmo propio, el tiempo se alarga sin avisar, y cada detalle –una conversación, una mirada, un atardecer– parece tener más peso.

Y cuando llevas un tiempo aquí, algo en ti cambia. Te das cuenta de que no es solo el mar lo que calma, sino también lo que despierta. Illetas te abre, pero también te lleva hacia dentro.

Tal vez por eso, después de Illetas, descubrí Establiments. No porque se parezca, sino porque sentí que me ofrecía lo mismo de otra manera.

Donde Illetas es azul y abierto, Establiments es verde y abrazado por montañas suaves. Aquí no hay mar, pero hay una quietud parecida, como si la tierra también supiera acoger con ternura. Las calles empedradas, los almendros, las casas antiguas que aún huelen a pan y tiempo… todo invita a seguir bajando el ritmo.

Illetas me enseñó a mirar hacia el horizonte. Establiments me recordó la belleza de mirar hacia adentro.

No son destinos opuestos, sino partes de una misma experiencia: vivir Mallorca con los ojos, con el cuerpo… y con el alma.

Si alguna vez sentiste eso en Illetas, Establiments te está esperando.
Descúbrelo en establiment.es.